Gerencia estratégica del conocimiento en el aula de Ciencias Naturales
Se han hecho muchos intentos por explicar
el aula como un sistema multidimensional, donde confluyen elementos que ayudan
a generar conocimiento sistematizado, generalizable y aplicable al contexto
cotidiano. Porlan (1997), considera el aula como “un sistema complejo de
comunicación, investigación y construcción de conocimiento, formado por
elementos humanos, materiales que mantienen entre sí y con los sistema
adyacentes un continuo intercambio de materia, energía y muy particularmente de
información”. Por esto, el aula es un sistema abierto de naturaleza social y
epistemológica.
En razón de lo anterior, en el aula la
construcción de conocimiento se lleva a cabo tal como lo señala Nonaka y
Takeuchi (1997), quienes expresan que el conocimiento humano se crea y expande
a través de la interacción social entre el conocimiento tácito y el explícito,
lo cual se observa en las siguientes cuatro etapas o procesos. Ver figura 1.
Figura 1. Creación
de conocimiento dentro de la organización llamada aula.
Fuente: Molero (2010).
Como
se observa en la figura 1, la creación de conocimiento dentro de la
organización llamada aula, implica un conjunto de procesos, cada uno de los
cuales involucra el conocimiento tácito y el explicito que poseen los miembros
de una organización, los cuales permiten su gestión. Entre los procesos que
permiten tal interacción se encuentran: la exteriorización, combinación,
interiorización y la socialización:
1. Exteriorización:
consiste en diálogo y reflexión colectiva mediante el cual se produce
conocimiento explícito (conceptual) a partir del conocimiento tácito.
2. Combinación:
proceso de sistematización de los conceptos con el que se genera un sistema de
conocimiento. En este punto se debe realizar la combinación de
distintos conocimientos explícitos, creando un nuevo conocimiento
explícito (sistémico).
3. Interiorización: consiste en aprender a través de la práctica, es
comprender el conocimiento producido en la exteriorización y combinación. En
este paso se convierte conocimiento explícito en conocimiento tácito. Así,
cuando un modelo mental es compartido por la mayoría de los miembros de la
organización, el conocimiento tácito se vuelve parte de la cultura
organizacional.
4. Socialización:
consiste en compartir experiencias y por lo tanto producir conocimiento tácito
a partir del conocimiento de quien posee la experiencia. Para esto se necesita
que se abra un espacio para la socialización de las experiencias y modelos
mentales por parte de los miembros del equipo o de la organización, en la cual
es importante el uso de metáforas y analogías.
Tomando
como base que la gestión del conocimiento, se entiende como un todo ordenado,
ya que implica diversos procesos, entre los cuales según Rodríguez, Araujo y
Urrutia (2001), se encuentran: la planificación, organización, coordinación y
control de las actividades que permiten la captura, creación y difusión del
conocimiento en la empresa u otro tipo de organización de una manera eficiente.
De acuerdo con Pavez (2000), el proceso de gestión del conocimiento debe entenderse como los
subprocesos necesarios para el desarrollo de soluciones orientadas a generar
las bases del conocimiento de valor para la organización. Dicho proceso se centra en el concepto de generación de valor
asociado al negocio, el cual ayudará a descartar las instancias de conocimiento
que sean no-relevantes. En figura 2, se representa la cadena de agregación de valor a cada una
de las instancias de conocimiento existentes en la organización.
Figura
2. El proceso de Gestión del Conocimiento
Fuente: Pavez
(2000).
Como se observa en la figura 2, la Gestión del conocimiento se describe como el
proceso sistemático de detectar, seleccionar, organizar, filtrar, presentar y
usar la información por parte de los participantes de la organización, con el
objeto de explotar cooperativamente los recursos de conocimiento basados en el
capital intelectual propio de las organizaciones, orientados a potenciar las
competencias organizacionales y la generación de valor.
En este orden de ideas, los objetivos que
han dado base a la Gestión del conocimiento, según Pavez (2000), son: formular
una estrategia de alcance organizacional para el desarrollo, adquisición y
aplicación del conocimiento; implantar estrategias orientadas al conocimiento;
promover la mejora continua de los procesos de negocio, enfatizando la
generación y utilización del conocimiento; monitorear y evaluar los logros
obtenidos mediante la aplicación del conocimiento; reducir los tiempos de
ciclos en el desarrollo de nuevos productos, mejoras de los ya existentes y la
reducción del desarrollo de soluciones a los problemas y reducir los costos
asociados a la repetición de errores.
De acuerdo con Tissen, Andriessen y Lekanne
(2000), la gestión estratégica del conocimiento, establece un equilibrio al
vincular la creación de conocimiento de una compañía con su estrategia
empresarial. Prestando atención al impacto de la información y a la necesidad
de diseñar la estructura de la organización en conformidad.
Peluffo y Catalán (2002), señalan que la
gestión estratégica del conocimiento, su conceptualización es de reciente data
(1996) y su origen responde a un proceso que se inicia con el tema de la gestión
por competencia y el desarrollo de las Tecnología de la Información y
Comunicación (TIC’s) para crear ventajas competitivas en economía que tienden a
centrarse en el conocimiento y el aprendizaje.
Es una disciplina emergente que tiene como
objetivo generar, compartir y utilizar el conocimiento tácito (Know-how) y
explicito (formal) existente en un determinado espacio para dar respuestas a las
necesidades en su desarrollo. En el contexto educativo actual, la gerencia
estratégica del conocimiento es de gran importancia, pues es el lugar donde se
llevan a cabo los procesos la
conversión de conocimiento, el cual ocurre de cuatro formas, a saber: la socialización,
exteriorización, combinación y la interiorización.
Ahora bien, para lograr una adecuada
gestión estratégica del conocimiento en el aula es importante que en dicho
espacio se consolide la formación de Equipos de alto desempeño, según Prieto
(2011), este se define como grupo de personas
interdependientes, con un número de individuos, que comparten conocimientos, habilidades y experiencias complementarias, comprometidos
con un propósito común, se establecen metas realistas, retadoras y una manera
eficiente de alcanzarlas también compartidas, asegurando resultados oportunos,
previsibles y de calidad, por los cuales los miembros se hacen mutuamente
responsables.
Para ser eficientes un equipo de alto desempeño, debe desarrollar
competencias como las siguientes:
- Competencias personales de crecimiento e integración: engloba todas las características subyacentes al individuo que se relacionan en forma casual con su ejecución efectiva o superior. Están relacionadas con el ser psicológico tales como motivaciones, expectativas, creencias y valores, así como también: autodeterminación, motivación al logro, fortaleza interior, asertividad, autocontrol, autoestima, capacidad de Compartir, flexibilidad, apertura al cambio, manejo del fracaso y de la incertidumbre.
- Competencias técnicas o profesionales que demuestren experticia en el área laboral.
- Competencias gerenciales para ser eficiente el equipo internamente y en sus relaciones: están relacionadas con el desarrollo de competencias y capacitación para el desarrollo de la tarea y responsabilidades nuevas. Entre ellas:
-Competencias Comunicacionales: Comprensión
y transmisión de significados.
-Competencias de Contacto externo:
Tareas y conductas que permiten el desarrollo del grupo.
-Competencias para el Funcionamiento:
Establecimiento de relaciones con otros equipos.
-Competencias de Interacción: Establecimiento
de relaciones con otros equipos.
Entre las características más importante de un equipo de alto desempeño
se puede señalar: 1.-Liderazgo, 2.-Responsabilidad por resultados, 3.-Establecebn
una meta común, 4.-Existe la figura sinérgica de productos colectivos del
trabajo, 5.-Son eficientes y permiten y estimulan la discusión abierta de los
miembros, a fin de asegurar la activa generación de aportes y la solución de
problemas en el seno del equipo. Hay mayor inversión de tiempo, porque este
proceso sinérgico, agrega valor al resultado final.
Con base al conjunto de fundamento teóricos relacionados con la gestión estratégica del conocimiento aplicado al campo educativo, se concluye que esta estrategia debe promoverse en los diferentes niveles del sistema educativo venezolano, pues lo que se busca es aplicar los proceso de creación del conocimiento referidos a la socialización, externalización, combinación e interiorización, esto puede lograrse cuando el docente aplica estrategias para el aprendizaje que lleven a cabo dichos procesos, por ejemplo el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación, estrategia que dispone de herramientas como el blogs académicos, chat, auto aprendizaje electrónico, entre otras; donde el estudiante en todo momento construya el conocimiento y este se convierta de tácito a explícito.
Estas estrategias de gestión del conocimiento en el aula, deben cumplir con la generación de conocimiento, su codificación y transferencia, convirtiendo el aprendizaje individual en colectivo. Así pues, aplicando la gestión estratégica del conocimiento en el campo de la enseñanza de las ciencias naturales, es de gran utilidad para que el estudiante logre construir el conocimiento de una disciplinas científicas como la química, la biología y la física que maneja contenidos abstractos, en este aspecto; el uso de las herramientas de la gestión del conocimiento, como las TIC´s lo facilitan, por mencionar un ejemplo el uso de los foros de discusión, aulas virtuales, simuladores, laboratorios virtuales permiten que el estudiante sea participe de la construcción del conocimiento químico, indispensable para la solución de problemas del siglo XXI.
Referencias bibliográficas
Molero,
Norma. (2010). Gestión del Conocimiento. Mimeografiado. Universidad
Rafael Belloso Chacín.
Nonaka, I. y
Takeuchi, H. (1997). The knowledge-creating
company. Oxford University Press, Nueva York.
Parra, I y
Montoya, C. (2002). Generación de valor a través de la gestión de
conocimiento. En: Letras jurídicas, Volumen 7, N° 1. Medellín.
Pavez
Salazar, Alejandro A. (2000). La gestión
del conocimiento en las organizaciones. Documento en línea. Disponible en: http://www.gestiondelconocimiento.com/documentos2/apavez/gdc.htm. Consultado el día 05 de
marzo de 2012.
Peluffo
A, Martha Beatriz y Catalán Contreras, Edith. (2002). Introducción a la
gestión del conocimiento y su aplicación al sector público. Instituto
Latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social – ILPES
Santiago de Chile.
Prieto
A, Lily Mar (2011). Equipos de alto desempeño.
Porlán,
R. (1997).Constructivismo y Escuela. Díada Editora. Sevilla-España.
Rodríguez Castellanos, Arturo; Araujo
De La Mata, Andrés y Urrutia Gutirrez, Javier. (2001). La gestión del
conocimiento científico-técnico en la universidad: un caso y un proyecto. Cuadernos de
Gestión. Vol. 1. N° 1.
Tissen, R.;
Andriessen, D. y Lekanne Deprez, F. (2000). El Valor
del Conocimiento para aumentar el rendimiento
en las empresas.
Prentice
Hall. Madrid.
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